Guado
es un hombre calmo como se conocen pocos, supongo que por estar durante años
muy relacionado con el río y la naturaleza del cuál es amante en silencio.
Mientras
nosotros rodábamos las escenas, Guadito seguía fijo delante de su compañera
permanente, la compu y el facebook desde donde lucha por un mundo mejor, por el
medio ambiente.
Nos
da un poco de culpa a veces tener que pedirle que haga silencio, en su propia
casa, ante la visita de algún amigo suyo, pero no queda otra. Comenzamos las
grabaciones con planos de Claudia Schujman, representado momentos de su vida
solitaria en la casa. Planificamos este plan de rodaje ya que, Miguel Bosco, el
otro protagonista no podía llegar hasta más tarde.
Hicimos
bellos planos de las actividades del personaje de Berta.
Llegó
el momento de ir a buscar a Miguel Bosco, así que mandamos a alguien a buscarlo
hasta el centro de Rosario. Al ser un equipo reducido no quedaron muchas
opciones para una película de muy bajo presupuesto... Pocos saben manejar en el
rodaje, y el único auto a GNC es el mío. Así que el director fue a buscar al actor... Se ve
que falta gente en el equipo.
Con
respecto a este tema, las ironías sobre el acotado presupuesto nunca faltaron
hacia mí o la producción en general,
diferenciando los dos rubros. Alguien dijo que era una producción de
bajo costo, otro corrigió, que ojalá llegara a la denominación de “bajo costo”.
Creo
que algunos se dan cuenta cuando compito internamente, en esta dicotomía, entre
productor y director, cuando, por ejemplo, no quiero repetir algún plano para
poder seguir avanzando con otros, tratando así de aprovechar todo el tiempo posible
y disminuir los días de rodaje.
Pero
lógicamente fue en vano, finalmente necesitamos el doble de días para grabar en
la casa de Guado, cuestión que desesperó a mi parte de productor.
Por
la tarde continuamos grabando con Claudia y Miguel, y la verdad que entendieron
tan bien los personajes, (Berta y Horacio), y las escenas en los ensayos previos, que casi sólo hay que
poner a grabar la cámara y disfrutar de sus actuaciones que son maravillosas,
profundas, dramáticas e irrisorias. Quiero decir, pasan por toda una faceta de
emociones que ellos nos ofrecen al escuchar “acción”
Por
lo general ensayamos la situación requerida para ver como se desplazan los
actores por el lugar, luego decido donde colocar la cámara, o sea el punto de
vista de la toma.
Ese
día grabamos una parte de la escena clave del guión, y la más dramática, la del
climax. La expectativa por la grabación se notaba en la concentración de todos
nosotros y más en los actores. Se jugaron en una escena realmente muy buena,
excelente... Pero no voy a adelantar más, por razones obvias.
En
general tuvimos varios problemas con los sonidos del lugar. Dada la época
todavía estival, decidimos por recomendación de Guado no ir a grabar los fines
de semana, ya que abajo de la casa en la orilla del río hay una extensa playa y
los ruidos de música, gente gritando afectarían a nuestro rodaje, y la idea es
que la casa está junto al río pero en soledad. Por todo esto organizamos grabar
los miércoles, que era el único día donde todos los del equipo podíamos.
Pero
masacraron nuestros oídos y mi paciencia todos los sonidos habidos y por
haber... Parecía una ironía, pero había un aceptable silencio y cuando decidía
grabar algún inimaginable sonido se hacía escuchar: un hombre cortando pasto
con una podadora eléctrica, lanchas con todo tipo de motor ruidoso, barcas que
tardaban un eternidad en alejarse por el río, grupos de chicos con música y de
camping. Hasta pasaron tres avionetas y un helicóptero... Así que se retrasó
bastante la grabación.
Al
caer la tarde, los sonidos variados mermaron, y a eso de las 21hs Guadito comenzó
a hacernos pollos con verduras asadas en su horno ecológico, una maravilla que
consume cinco cajones de manzanas para cocinar, y ni el fuego ni el humo están
en contacto con los ingredientes, es fuego envolvente sobre un tambor donde en
el interior se encuentran los pollos.
Continuamos
grabando hasta las 23 hs, donde la cena estaba lista.
Nos
sentamos a disfrutar un rato entre todos, junto con unas botellas de vino. Fue
un placer después de tantas horas de trabajo relajarnos un rato. Volvimos a
casa exhaustos pero contentos con lo logrado.
Fin
de semana, domingo. Rodaje del cementerio en Granadero Baigorria. Rodaje
delicado si los hay. Con los permisos correspondientes y con sumo respeto por
el lugar y las instalaciones, comenzamos
a grabar. El día se presentaba nublado y lluvioso, casi como una gracia divina
para las imágenes del lugar. Grabamos escenas del comienzo de la película,
donde Claudia Schujman y Miguel Bosco volvieron a destacarse en sus
interpretaciones. Estuvimos casi todo el día hasta que se nos fue la luz diurna
y no pudimos continuar. Tendríamos que volver otro día para terminar. Al
regresar a casa a visionar el material estaba cada vez más satisfecho con todo,
interpretaciones, encuadres, fotografía,
y sonido.
De
vuelta a lo de Guado, miércoles.
Hasta
ese día habíamos grabado todo en las afueras de la casa de Guado, ese día
tocaba grabar en el interior de la casa. Todo se desarrolló con cierta
normalidad, buenas actuaciones, lindos encuadres, buen registro sonoro... Y
ruidos varios, otra vez lanchas, martillazos, dragas, alarmas de autos, etc.
A
la tarde desarrollamos otra escena crucial del guión dentro de la casa y quedó
muy bien. Seguimos trabajando en cierta incomodidad por el espacio pequeño e
incluso nuestro amigo Guado tuvo que estar casi todo el día fuera de la casa,
en el patio... Seguimos grabando todo lo que podíamos. A eso de las 21 hs Guado
encendió el fuego para el típico pollo con verduras asadas. A las 23:30 hs
cortamos la grabación para cenar. Otra vez el exquisito pollo de Guado, con un
agregado extra, que nos sentamos a la mesa del patio, el único lugar donde
entrábamos las diez personas del equipo y se largó a llover. Fue increscendo a
medida que cenábamos, lo que provocó que algunos abandonaran la mesa,
prefiriendo comer de parados dentro de la casa. Los demás nos pusimos camperas,
algunos con capuchas y seguimos comiendo bajo la lluvia. Tal era el cansancio por
lo que no nos pudimos mover de allí.
Ya
queda poco para terminar el rodaje.
Y
comenzar la etapa donde la película va a ir tomando forma.
Mi
apuesta sigue en pie.
Fotos: Raúl Cardozo
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